jueves, 3 de junio de 2021

Un nuevo 3 de junio nos convoca.

 


Las Mujeres Socialistas de Argentina volvemos a expresarnos contra las violencias hacia las mujeres y disidencias. Juntas y con mucha fuerza decimos nuevamente: #NiUnaMenos!!

La Pandemia por Coronavirus dejó al descubierto con mayor crudeza las desigualdades que sufrimos las mujeres, lo que ha significado un retroceso en los derechos adquiridos y también en debates que creíamos avanzados. En este contexto, denunciamos las diversas formas de violencia que sufrimos por ser mujeres y un alarmante retroceso en derechos conquistados. ¡Que la pandemia no nos quite derechos! Hoy volvemos a remarcar que todo se torna mucho más injusto y adverso, en particular para los pueblos originarios, personas con discapacidad, y más aún para quienes se encuentran en contextos de pobreza y vulnerabilidad. Ni una menos por el abandono estatal!

La emergencia derivada de la pandemia y las medidas sin perspectiva de género que se han tomado -ya a más de un año del decreto nacional que declaraba el primer aislamiento social preventivo y obligatorio- están provocando impactos devastadores sobre las mujeres, profundizando las desigualdades ya existentes y desandando el camino de conquista de derechos que veníamos transitando.

Según el Informe Especial COVID-19 N⁰9: “La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad” presentado por la CEPAL, la crisis generada por la pandemia impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe, provocando un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral. Muchas mujeres han abandonado la búsqueda de trabajos formales, por tener que abocarse a tareas de cuidado dentro de los hogares. Esto se suma a las que perdieron su empleo informal o precarizado: en trabajos domésticos en casas particulares, cuidado de personas, etc.

Queremos destacar la participación de las mujeres en el ámbito de la salud, ellas son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia. Un 73,2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres y han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales en un marco regional en el que persiste la discriminación salarial , pues los ingresos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud continúan siendo un 23,7% inferiores a los de los hombres del mismo sector. Vemos con preocupación la falta de organización de los sistemas de salud, público, privado y de obras sociales. En la educación -otro sector altamente feminizado- se observa una duplicación/triplicación de tareas (virtuales y/o presenciales),con una alta exigencia para las mujeres acompañada de falta de insumos, infraestructura y conectividad acordes a los requerimientos de esta realidad.

Hemos llegado a un punto crítico en el postergamiento de políticas de salud dirigidas a mujeres y disidencias. Desde la falta de anticonceptivos o el impedimento de acceder a los mismos por las distintas restricciones impuestas y el cierre temporal e indefinido en los servicios de salud, hasta la escasa capacitación y preparación de los distintos sistemas de salud para la correcta aplicación de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) e Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

También la violencia de género sigue creciendo. El significado de “Quédate en casa” como lugar seguro no es una realidad para las mujeres, infancias y disidencias. Las estadísticas del último año así lo demuestran: 295 femicidios en 2020 También se produjeron 8 transfemicidios y 20 femicidios vinculados. A esto se suman los 70 femicidios ocurridos durante el primer trimestre del 2021, las víctimas colaterales de los crímenes del 2021 fueron 84 hijas/hijos, de las cuales 54 son menores de edad.
¡Paren de matarnos!

Los femicidios son muertes que deben ser evitadas con políticas públicas. Seguimos exigiendo una real implementación y monitoreo de la Ley Micaela en todos los niveles del Estado. Queremos justicia con perspectiva de género. No más imputaciones como la de la fiscal Georgina Pairola en el caso de Aldana. Ni Una Menos significa también que la vida de las mujeres y disidencias merece ser vivida y tiene que ser protegida al momento de juzgar los crímenes. Pedimos también por la aparición con vida de Tehuel que nos falta desde el 11 de marzo y de todas las personas que siguen desapareciendo en democracia. Y porque la educación en igualdad y respeto, así como la práctica de la equidad son la única salida a la violencia que vivimos. Queremos también ESI en las escuelas, en los clubes, en las organizaciones de la sociedad civil.

Violencia es también recorte de presupuesto.
Es necesario priorizar la igualdad y para ello se requieren de decisiones políticas que implican dotar de jerarquía y presupuesto acorde a todas las áreas responsables y con competencia para dar respuestas a estas problemáticas. Es necesario garantizar la efectividad de esas políticas públicas.

Seguiremos exigiendo fiscalías especializadas y comisarías de género, al igual que ámbitos públicos de cercanía que orienten y acompañen procesos de violencia de género de manera apropiada y oportuna. Del mismo modo, entendemos necesario garantizar la accesibilidad a los programas nacionales vigentes como el Acompañar y el Potenciar Trabajo, hoy insuficientes, burocratizados, y alejados de las urgencias para las que fueron planteados.

Luchar contra las desigualdades requiere el compromiso de todos los sectores, pero fundamentalmente es una decisión política, por lo que entendemos necesario transversalizar la perspectiva de género. Para ello se requieren acciones afirmativas en el ámbito de las políticas fiscales, laborales, productivas, económicas y sociales, desde una perspectiva interseccional que proteja los derechos que las mujeres y disidencias hemos alcanzado en la última década, pero fundamentalmente que eviten retrocesos y establezcan estrategias y acuerdos posibles de ser sostenidas en el corto, mediano y largo plazo.

El Partido Socialista ha sido y es parte de la construcción colectiva por la justicia y la equidad, entendiendo que no hay forma de construir democracia y ciudadanía si no es con igualdad. La lucha consiste entonces en desarmar una estructura de roles, responsabilidades y privilegios que es profundamente desigual además de obsoleta para este siglo XXI que transitamos.

En ese orden, la Ley de Emergencia en Violencia de Género, proyecto presentado en la Cámara de Diputados de la Nación de la mano de nuestro compañero Enrique Estévez, tiene como finalidad el abordaje integral de la violencia, sostenida en el tiempo y con abordaje transversal. No alcanza con ayudas económicas esporádicas.

También proponemos un Sistema Federal de Cuidados, como marco normativo que fije los lineamientos, jerarquice, institucionalice y contribuya a consolidar una política de Estado basada en la corresponsabilidad social y de género, para que podamos compartir colectiva y equitativamente nuestras responsabilidades de cuidados entre todes. Apuntamos, así, a superar la injusta división sexual del trabajo que históricamente ha caracterizado a nuestra sociedad y a revertir las brechas de desigualdad existentes en el acceso a los cuidados que la pandemia también ha agudizado. Creemos que el reconocimiento del derecho de las personas a cuidar, cuidarse y ser cuidadas es una de las llaves fundamentales para abrir el camino para una sociedad igualitaria entre todas las personas.

Necesitamos más mujeres y disidencias en espacios de decisión, para poder llevar nuestra voz, para incluir nuestra mirada en el diseño e implementación de políticas públicas, para hacer igualitaria la representación democrática. Particularmente en este año, las Mujeres Socialistas de Argentina celebramos la elección de nuestra compañera Mónica Fein para conducir por primera vez en 125 años los destinos de nuestro partido.
¡Por más mujeres en el poder!

Es tarea de todes, es con todes, ni una mujer menos, ni una injusticia más
Por las que vienen, por las que ya no están, por todas y cada una, hoy alzamos la voz para seguir en la lucha y decirles que ¡no estamos solas!

¡Vivas, libres, con salud y trabajo nos queremos!


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