sábado, 11 de abril de 2020

OPINIÓN | Economía después del Covid-19 | Por Oscar Santarelli



Al mismo tiempo que los gobiernos de muchos países del mundo intentan contener el avance del coronavirus para evitar más contagios y muertes, también están redoblando esfuerzos para hacer frente a las fuertes consecuencias económicas que ya está provocando la pandemia.

El golpe que el COVID-19 le está asestando a la economía mundial es generalizado, pero es más duro para ciertos sectores: por el momento, los que más perjudicados se ven son los relacionados al turismo. También el sector gastronómico -impulsado en una proporción significativa por el turismo- está sufriendo las consecuencias, luego de que las autoridades de diversas ciudades del mundo ordenaran el cierre de bares y restaurantes. 

En nuestro país puntualmente, la pandemia llega en un momento económico crítico, con una gran deuda externa y las reservas del Banco Central al rojo.

¿Cuál es el estado de ánimo en la población hoy?

El 74,6% de la población considera que el coronavirus impactará negativamente en la situación económica del país y el 74,2% cree que lo hará negativamente en su situación personal. Estos excepcionalmente altos porcentajes se distribuyen en forma proporcional según sexo y en las distintas franjas socioeconómicas y etarias, aunque trepa a 81,4% entre los menores de 40 años.

El estudio cuantitativo fue relevado por la consultora Managment & Fit entre los días 21 y 24 de marzo, cuando el presidente ya había dispuesto las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio, entre 1.000 encuestados de AMBA. También es particularmente alto el porcentaje de la población que se manifestó muy preocupado por la pandemia, que alcanzó el 80,5%.

Fuente infobae.com

El principal problema ante la situación actual es que, la economía continúa en funcionamiento cuando el dinero sigue fluyendo por el circuito: En términos generales, una interrupción del flujo en cualquier lugar provoca una desaceleración en todas partes. Y lo que está sucediendo es que esa interrupción se ha dado al mismo tiempo en muchos sectores.

Ante la desaceleración del mercado laboral, muchas personas dejan de cobrar sus salarios, lo que puede provocar problemas financieros para sus familias o, incluso, llevarlas a la bancarrota. Esto genera una fuerte reducción del gasto y, por lo tanto, el flujo de dinero de los hogares al gobierno y las empresas.

¿Cuáles serían las propuestas para mejorar la macro y la micro economía?

Mirando al futuro en consonancia por lo expuesto debemos tomar cuatro temas:

1.-Empezando a reestablecer el equilibrio perdido con la madre tierra. Deberemos contemplar a corto plazo, medidas regulatorias de migraciones de personas que en un afán de consumismos desmedidos ponen en riesgo al planeta en su conjunto y en el mediano y largo una tarea educativa y de fuerte formación cultural en ese sentido.

2.- En la macro economía es necesario y fundamental trabajar para un cambio de los aspectos financieros y bursátil, en especial los flujos especulativos, jerarquizar lo productivo partiendo del sector primario en particular en nuestro país; como base para desarrollar los aspectos industriales tanto básicos como las industrias del conocimiento y el desarrollo e inversión en las energías limpias.

3.- En la micro economía el uso de la tecnología, trabajo en casa mejorando las condiciones de trabajo en definitiva la búsqueda permanente de innovar, y posibilitar el acceso en forma simple y de bajo costo de crédito para todos los ciudadanos.

4.- El desarrollo de los sistemas solidarios y de reparto para garantizar sistemas de salud, educación y vivienda con fuertes políticas de estado

¿Cómo imagina el día después?

Sin dudas no seremos los mismos después de esto, no sólo por el impacto económico sino también porque debemos re plantearnos un cambio desde lo profundo. No es una crisis crediticia, ni una crisis bancaria, ni una cambiaria. La crisis de hoy es un poco de todo esto, incluso cuantos de nosotros nos encontramos cara a cara nuestras propias crisis individuales.

Tal vez debamos buscar la oportunidad en medio del caos. Considerar la economía como un proyecto multidisciplinar, que contemple la solidaridad, la distribución equitativa, la sustentabilidad, el cooperativismo. Me imagino el día después empezando a reestablecer el equilibrio perdido con la madre tierra. Creo realmente que hay mucho por hacer y por aprender, sino de nada habría servido esto que nos está pasando a la humanidad.

Por Oscar Santarelli
Ex-Secretario General del Partido Socialista de Mendoza

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